El último informe de Fundación Éforo señaló que, en los primeros 10 meses de 2024, “la ejecución de obra pública nacional disminuyó un 24% en términos nominales y un 83% en términos reales”.

En diálogo con Velocidad Argentina, Hernán Caram, integrante de Fundación Éforo, analizó el impacto de las políticas de ajuste fiscal implementadas por el Gobierno el año pasado. Estas medidas llevaron al primer superávit fiscal en más de una década.

El Gobierno nacional logró en 2024 el superávit primario y financiero por primera vez en 14 años. Según informó oficialmente el Ministerio de Economía de la Nación, se obtuvo un superávit primario equivalente al 1,8% del PBI y un superávit financiero del 0,3% del producto.

Sin embargo, este resultado no se explicó por una expansión productiva, sino por una retracción significativa del gasto público en áreas clave. “La suma entre jubilaciones, pensiones y obra pública explica el 50% del ajuste fiscal”, explicó Caram. 

“Los recortes en jubilaciones representaron cerca del 30% del ajuste total, mientras que la obra pública contribuyó con un 24%”, aseguró el encargado de los informes socioeconómicos de Éforo. Además, los subsidios a la energía, el gas y el transporte también sufrieron reducciones sustanciales.

“Si retiramos el superávit de las cuentas de la ANSES, el estado nacional vuelve al déficit”, alertó. También señaló que el gobierno podría enfrentar “litigios futuros por las deudas acumuladas con las cajas previsionales provinciales”.

“La suma entre jubilaciones, pensiones y obra pública explica el 50% del ajuste fiscal”, afirmó Hernán Caram.

El impacto del ajuste en la obra pública

Según el informe de Éforo, el gasto en infraestructura financiada por la Nación cayó 24% en términos nominales y 83% en términos reales. “Había una promesa de campaña de eliminar la obra pública, y aunque no podemos afirmar que se eliminó por completo, sí se suspendió prácticamente el 90%”, sostuvo. 

En el caso de las rutas nacionales, “el 70% del gasto se destinó al mantenimiento, no a la expansión”. Esta política afectó severamente a todas las provincias, aunque con diferencias significativas. 

De acuerdo al análisis técnico, La Rioja fue la más perjudicada, con una caída del 97% en términos reales, lo que prácticamente paralizó las obras en la región. Por otro lado, Jujuy y Tierra del Fuego registraron las menores disminuciones, aunque igualmente significativas, con caídas del 29% y 49%, respectivamente.

Financiamiento de las obras

El ajuste también marcó un cambio en el modelo de financiamiento de obras. “Lo que propone el Gobierno es que las provincias se hagan cargo de las obras o recurran a concesiones con privados”, explicó el coordinador del área de investigación y desarrollo de Éforo.  

La infraestructura no sólo tiene rentabilidad económica, sino también social. La falta de inversión afecta la capacidad productiva del país”, concluyó.

“La infraestructura no sólo tiene rentabilidad económica, sino también social. La falta de inversión afecta la capacidad productiva del país”.

Estrategia política y presupuestaria

La falta de un presupuesto aprobado facilita este tipo de ajustes porque evita el debate parlamentario”, aseguró Caram. En su lugar, el gobierno optó por “negociaciones individuales con las provincias”, evitando así un enfrentamiento político más amplio. Según el entrevistado, presentar un presupuesto con un ajuste del 90% en obra pública sería “políticamente inviable”. 

"Así se construye un superávit, al menos para este gobierno. No se trata de la expansión productiva del país, sino de la reducción de los presupuestos”, afirmó el integrante de Fundación Éforo en conversación con Mayra García y Gonzalo del Monte

Hernán Caram, y el ajuste del Gobierno en la obra pública