Tras la confirmación de dos casos de sarampión en CABA, Velocidad Argentina conversó con Daniel Stecher, infectólogo y ex jefe de esta especialidad del Hospital de Clínicas. “Si se toman las medidas correctas se puede evitar la diseminación”, afirmó el profesional, pero también advirtió sobre los recortes realizados en los sectores encargados de llevar adelante dichos protocolos.

Según el especialista, en nuestro país hay mucha experiencia en el manejo de este tipo de brotes y no se registraron casos de sarampión autóctono desde 1998. Sí ha habido casos “importados” como en esta oportunidad: las pacientes son dos hermanas provenientes de Rusia que no habían recibido la vacunación correspondiente.

Ante la detección del caso, explicó Stecher, se estudia, se aísla al paciente, se evalúa y notifica a los contactos recientes y se vacuna a quienes haga falta. Este mecanismo funciona bien actualmente, pero el problema a futuro, compartió el infectólogo, es la posibilidad de sostenerlo ya que “han cambiado las condiciones de trabajo en vacunación en la Argentina”.

El problema se divide en dos ejes, por un lado, los niveles de vacunación y la creencia en este método de prevención han disminuido a nivel mundial, un fenómeno alimentado por las redes sociales y la construcción de discursos sin sustento científico. Por otro lado, a nivel nacional y “más grave”, según el especialista, es la reciente baja de contratos de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, “con lo cual se ha puesto en crisis el programa de vacunación en Argentina”.

“Si uno pone en riesgo el programa de vacunación, los casos se van a convertir en moneda corriente". 

“El tipo de control que se hace actualmente probablemente sea muy difícil de hacer porque no hay recursos humanos”, advirtió Stecher. A modo de ejemplo, compartió que una de las despedidas era la responsable de vigilancia de sarampión en Control de Inmunización: “Si uno pone en riesgo el programa de vacunación y los programas de vigilancia, los casos que hoy llaman la atención se van a convertir en moneda corriente y el sarampión volverá a ser lo que era antes del ‘98, una enfermedad por la que se muere la gente”.

“Aislarse del mundo sanitario”

En relación a la gestión del presupuesto en salud, Stecher compartió su preocupación ya que “estamos ante una política de achicar presupuesto porque se lo entiende como un gasto”. Explicó que existe un sistema de cobertura, vigilancia y seguridad de las vacunas que requiere un equipo de gente formada y “Argentina era líder en esto, pero hoy es difícil que continúe”.

Por último, se refirió a la posibilidad planteada por el gobierno de retirarse, al igual que Estados Unidos, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Advirtió que no ser un país de la OMS implica, entre otras cosas, no poder sumarse a campañas de prevención globales, no tener aportes a programas de desarrollo de vacunación ni a otras contribuciones presupuestarias: “es aislarse del mundo sanitario”.

Daniel Stecher: "Se ha puesto en crisis el programa de vacunación en la Argentina"