Baja de retenciones: ¿un cambio de rumbo en la economía agrícola?
El economista Aldo Abram reflexionó sobre la decisión de bajar las retenciones y cómo puede afectar a la solvencia fiscal. "Esto no es un simple dólar soja", sostuvo.
Aldo Abram, economista y director general de la Fundación Libertad y Progreso, analizó las consecuencias de la reducción temporal de retenciones a las principales exportaciones agrícolas hasta junio y su eliminación definitiva para las economías regionales. Consideró que con una buena liquidación no se resentirá la solvencia fiscal y que responde a las promesas del gobierno de bajar “impuestos distorsivos”.
La medida anunciada, que entrará en vigor el próximo lunes, establece una baja en las retenciones para cultivos clave como la soja, que pasará del 33% al 26%, y sus derivados, que caerán del 31% al 24,5%. También se reducirán los derechos de exportación para el trigo, la cebada, el maíz, el girasol y el sorgo, cuyos valores oscilarán entre un 5,5% y un 9,5%.
"Lo peor que le puede pasar a Argentina es seguir gastando más de lo que le ingresa. Eso nos ha llevado a incontables crisis y quiebras del Estado que sufrimos nosotros, los ciudadanos. El mensaje tiene que ser claro: el Estado se va a comportar como cualquier país normal, gastando lo que tiene”, aseguró Abram.
El economista “valoró” la decisión de bajar retenciones como parte del compromiso gubernamental de utilizar el aumento en la recaudación para reducir impuestos que considera “dañinos” para la economía. "Si el campo liquida mucho en este primer semestre, podremos bajar las retenciones sin comprometer la solvencia fiscal del país. Esta medida es un paso en el compromiso del gobierno de asignar el aumento de la recaudación a la baja de impuestos distorsivos," explicó.
Un 2025 con expectativas de crecimiento
En otro tramo de la entrevista, el director de la Fundación Libertad y Progreso también se refirió al panorama económico actual y destacó que el ritmo de recuperación económica que tomó desde el tercer trimestre “es muy fuerte”.
“Creo que va a crecer más del 5% este año. La confianza de la gente en que no habrá crisis está impulsando un mayor consumo e inversión, lo que genera una recuperación en cadena”, desarrolló el especialista. Y comparó el proceso con una bola de nieve, “a medida que crece la confianza, más gente gasta e invierte, y la economía se dinamiza”.
A su vez, el economista destacó otro punto clave: el fortalecimiento del Banco Central en términos de reservas. "El Banco Central viene comprando dólares, algo que parecía imposible a principios del año pasado. La situación actual no es comparable con el pasado. Estamos logrando solvencia fiscal y pagando deuda, algo que antes no ocurría".
“Esto no es un simple 'dólar soja', sino una señal de cambio de rumbo económico”
Ante las críticas que señalan la temporalidad de la medida como otro “dólar soja”, Abram señaló que el impacto dependerá de cómo actúe el sector agropecuario y de la capacidad del Estado para mantener la solvencia fiscal.
“Nos enteraremos en junio si la baja de retenciones será definitiva. Dependerá de la respuesta del campo y de si se logra mantener la solvencia fiscal. Esto no es un simple 'dólar soja', sino una señal de cambio de rumbo económico”, completó en dialogo con Mayra García y Gonzalo del Monte.